14/12/12

#Crónica Primavera Club 2012 Barcelona



Decía Albert Guijarro, codirector del Primavera Sound –en la jornada previa del miércoles en el Primavera Pro–, que en los inicios del Primavera Club imaginaba poder convertir el festival en una especie de South by Southwest. Aunque en la práctica eso fuera una utopía, no por falta de grupos ni de salas, sino por la ubicación de estas en la ciudad. Para la presente edición se había conseguido acortar distancias entre los recintos, estrechando el radio de acción a un triángulo formado por tres vértices: las dos salas de Apolo, el Sant Jordi Club y el Mercat de les Flors. Como todos sabéis esa combinación no fue posible, tras la caída de Apolo y Mercat de les Flors, la reordenación final de espacios se completó con la inclusión de Sidecar, Monasterio, Artèria Paral.lel y Atic, además de Sant Jordi Club.

El Primavera ganó esta batalla, la jornada del jueves se saldó con un notable alto: organización, artistas y público estuvieron a la altura, –sí, a veces ganan los buenos–, aunque no me extraña en absoluto que los responsables del Primavera Club desistan en seguir con la guerra que les ha planteado la Administración. El próximo Primavera Club trasladará sus sedes a Burdeos, además de Guimarães tras la buena experiencia de esta edición, suprimiendo las sedes de Barcelona y Madrid. Una pena, pero algo totalmente comprensible, después de todos los despropósitos vividos en Barcelona y, por lo que me cuentan, especialmente en Madrid. Porque, no se olviden políticos del estado español, nosotros somos personas civilizadas que disfrutamos con la música en vivo, no somos criminales.

JUEVES

DUSTED Y GREAT LAKE SWIMMERS
La jornada inaugural arrancó en el precioso Arteria Paral.lel, con un claro acento canadiense y con un sonido excelente. Primero lo hicieron DUSTED, duo formado por Brian Borcherdt y Leon Taheny, que presentaron su debut (Total Dust, 2012) en un formato electro-acústico con perlas como ‘Property lines’ o la que cerró su actuación, ‘(Into the) Atmosphere’. Tras un rápido interludio aparecieron los folk-rockers GREAT LAKE SWIMMERS, que no tardaron en tocar ‘New wild everywhere’ de su nuevo álbum homónimo. A continuación cambio de guitarra eléctrica por un banjo, para facturar ‘Your rocky spine’ uno de sus grandes éxitos. De nuevo con la eléctrica, recuperaron temas de sus anteriores trabajos como ’Everything is moving so fast’ o ‘I’m a part of a large family’, previo agradecimiento a sus compatriotas Dusted, quienes les han acompañado durante la minigira europea, que ha finalizado precisamente en el Primavera Club.

CATS ON FIRE
Con un tímido "Hello Catalunya" y con la guitarra por encima de la cintura, así se presentó Mattias Björkas, cantante del quinteto escandinavo Cats On Fire, que estuvo saltarín y reverencial durante todo el show. También tuvo tiempo para contar al público que le encantó la sidrina de Oviedo, ciudad donde estuvieron tocando hace unos días en el primer concierto de la gira española (que por cierto,la anunciaron en su web con una imagen de Don Quijote y Sancho Panza). Repasaron temas como ‘Sense of Pride’ de su último álbum o la divertida ‘Higher grounds’, indiepop que arrancó definitivamente a bailar a buena parte de los que allí estábamos, fuera complejos.

THE DESTROYED ROOM
Cinco minutos mal contados a paso rápido, fue lo que tardé en llegar desde el Arteria al Sidecar. El único cambio de sala que reducía considerablemente el tiempo de traslado, respecto la combinación prevista inicialmente (Mercat de les Flors - Apolo). Llegué justo con los primeros fogonazos de The Destroyed Room, que cerraba el showcase de Boston Pizza Records en el mítico sotano de la Plaça Reial (este año celebran su trigésimo aniversario).

Sergi Alce, cantante y guitarrista del grupo agradeció al público que se dio allí cita haber escogido a ellos y no a The Soft Moon (banda que cerraba la programación del jueves en el Arteria Paral.lel). Una media entrada para ver a los catalanes, que no es poco, teniendo en cuenta además la presencia de Swans en el Sant Jordi Club. Derroche enérgico de rock, con hits efectivos y estimulantes que golpean el corazón, ‘This magic in the unseen’, ‘This fleeting march’ o ‘San Geronimo in the morning’. Entre el público, algunos que escuchaban por primera vez a la banda parecían contentos y en las primeras filas fans incondicionales que volaban cerca del techo de la sala y cantaban todas las canciones del repertorio. Encima del escenario mucha actitud y sobretodo aptitud.


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