Llegué a la Lupita del Rabal justo cuando Síctor Valdaña comenzaba su acústico. La Lupita es un bar que se encuentra en la calle Carretes, a un paso de Paral.lel y Ronda Sant Pau. En la trastienda se encuentra la pequeña sala, con un aforo de unas sesenta personas calculadas a ojo. Parte de la programación de la sala consiste en actuaciones de copla y transformismo, artistas con nombres tan gloriosos como Mercedes la Extremeña o Antonio Linares, humor, fantasia y canción española. Rómpanse las normas y cliches indies. Antes de entrar, ¡sopresa! Los amigos de La Cápsula, organizadores del evento, me obsequiaron con un bonito tanga de dibujitos. Primer minipunto para ellos por la nota de humor.
Síctor abría con un acústico en solitario, sirviéndose sólo de guitarra y pedales. En una posición adelantada se encontraba Aïda Camprubí, parte de los Check This Outs, quienes acompañan a Síctor en los conciertos eléctricos. “Estoy tocando solo para ti, bromeaba Síctor”. En la recta final del bolo se sumaron en el escenario la propia Aïda al bajo y Nata, batería de Supergrupo 2, para tocar una canción que quedo bien apañada, teniendo en cuenta la improvisada situación. Segundo minipunto para la "superbanda".
Después llegó la hora de conocer a Puticlub Manoli, que presentaba por primera vez en directo sus canciones, tras formarse como grupo hace sólo cuatro meses. El trío compuesto por Fer Gintonic a la batería, Andrés Paniagua al bajo y guitarra y Samuel Valls al sintetizador y voces, sorprendió con un directo macarra, donde hubo mucho ruido y buenas maneras, pero con un pequeño lastre en el sonido, algo enlatado y que perjudicaba en especial a la nitidez de las voces. Algo que también sufrió antes –en menor medida– Síctor y después Supregrupo 2. A su favor, este reducido pero acogedor espacio (no lo probéis en pleno Agosto), es idóneo para colgar un soldout –así fue– y caldear el ambiente casi desde el inicio. Durante el concierto de Puticlub Manoli, un par de chicos bailaban de manera espasmódica y desenfrenada con unos atuendos que se alejaban del moderneo habitual, pero que supieron combinar a la perfección con el tanga de cortesía colocado en sus cabezas. Luego me preguntaron donde podían conseguir cerveza. En la barra, –gracias.
Supergrupo 2 cumplieron con creces las expectativas que tenía puestas en ellas.“Echábamos de menos como público divertirnos, bailar y gritar en los conciertos…” comentan las chicas en una entrevista para el blog del Hombre Percha. “Sólo queríamos que la gente lo pasará bien”, decían Meri (bajo) y Nata (batería), las dos se reparten las voces. Y vaya si lo consiguieron. Punk desacomplejado, reivindicativo y divertido sobre el escenario y pogos entre los amigos de la banda. Meri y Nata fueron tan majérrimas que quisieron celebrar su estreno en Barcelona repartiendo chupitos de tequila a todo el público. Tercer superpunto para Supergrupo 2 y puntazo para la fiesta en su conjunto, en especial a La Cápsula por organizarla, a las tres bandas y a la Dj Rumana. Y un grito de guerra, que dentro de poco coreará media escena independiente: Suuupergrupo DOS.
I love it!
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