La banda
Jordi González, Tomeu Mulet, Pablo Garrido y Germán Carrascosa son los componentes actuales de Kana Kapila. En la portada se puede ver a los miembros actuales de la banda, sin trampa ni cartón. Una formación que ha ido variando desde sus inicios y por la que han pasado artistas como Elsa de Alfonso. Todos los miembros estan involucrados también en otros grupos o proyectos personales, Tomeu en Beach Beach, Jordi en Corte Moderno o el propio Germán, antes en Bananas y que acaba de editar en este primer trimestre de 2014 su LP como Germán y la alegria del barrio, titulado Tambor, guitarra y voz, con un diseño que emula al de Kana Kapila en foto y título. Otro discazo de escucha obligada.
Foto de grupo que ilustra la portada del disco. Foto de Juantxo Agudo y diseño de Tomeu Mulet.
Trayectoria
A pesar de ser un grupo que edita en 2014 su debut largo, Kana Kapila tiene a sus espaldas un dilatado vagaje que se ha ido plasmando en maquetas y singles. La primera de ellas se trataba de un cd-r con varias de las canciones que el propio Jordi grabó en casa entre 2007 y 2009, titulada Kana Kapila en casa. Poco después llegaba otro Cd, este con ocho canciones con muchos motivos caribeños. Ambos eran vendidos o regalados en los conciertos.
Luego llegaron hasta tres 7”, uno fue un split con Los Claveles, el segundo un 7” editado por la Fonográfica general junto a Aias, Cierzo y Brainf*ck, y el tercero otro 7", ¡Ra! ¡Ra! ¡Ra!.
Discos Walden
La relación entre la discográfica –que nació como subsello de Gramaciones Grabofónicas- y el grupo tuvo su culminación el pasado año con la edición de un split, compartido junto a Los Alambres. Un split que pertenece a El Club del Single de Discos Walden, en el que editan preciosos singles compartidos a lo largo del año, uno para el inicio de cada estación.
Disco breve, dos veces bueno
Coeditado entre Discos Walden, Sonido Muchacho y Cofradía de la Pirueta. Un total de 12 canciones que pasan escasamente los 20 minutos de duración son las que forman este bonito artefacto de Kana Kapila. Cortas y directas, como las buenas canciones de punk pero con sabor a piña y mango, sin olvidarnos del regusto que dejan a otras delicias mediterráneas y africanas. Un disco que pide otra escucha después de una primera que pasa a la velocidad del rayo. Un disco en el que no cabe el aburrimiento o los rellenos. ‘Frutos’ y ‘Saco de huesos’ son mis favoritas ahora mismo, con letras tan magníficas como chifladas. Salgamos todos a una conga sin fin.
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