Llevaba tiempo pensando en escribir acerca de Skittle Alley, el cuarteto de Limoges que editó su último trabajo en un temprano 2015 con Discos de Kirlian. Precisamente fue desde que escuché el CD que tenía pendiente estas lineas. Comprar, desprecintar, escuchar, sentir y escribir. Una terapia de emociones con un electro-pop elegante, con el que simplemente me dejo llevar. Un discurso íntimo y en ocasiones resignado. Hablar del pasado desde el presente.Todo en menos de media hora.
Quizá sea el teclado
luminoso y unas melodías envolventes los que aportan un valor especial al
sonido. Compacto,elegante e incluso espiritual. Las letras transmiten sensaciones
positivas, aun cuando estas no acompañan a serlo. Sin caer en el derrotismo ni
tampoco en la pasión desmedida. Historias
comunes, contadas de forma especial.
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