La tarde la abrieron Verkeren, con su propuesta de indie y electro bailable contagioso cantado en castellano, ante una sala que comenzaba a recibir los primeros visitantes. A continuación fueron Seward quienes hicieron lo propio, con una música intensa y llena de detalles, para muestra la estupenda grandma' sleeping with book.
Poco después subieron al escenario Inspira, pop enérgico y preciosista cantado en catalán, Foc i brases, fue uno de los momentos más especiales del concierto, coreado por gran parte de los allí presentes, para rematar la jugada con Plou i no vol parar, que cierra su álbum Escapistes (2010), tema cercano al post rock con un final en busca de lo épico y que puso el broche a un muy buen concierto de Jordi Lanuza y su banda.
A contrarreloj, cambio de tercio para recibir a Klaudia, la banda que organiza el festival benéfico por tercer año consecutivo, demostrando con poses, flequillos y actitud que el indie no está reñido con la solidaridad, concierto corto pero eléctrico, donde las guitarras y los teclados no dieron tregua.
La parte final del No Hunger nos tenía reservada una sopresa, después de un pseudo-concierto de Sidonie, (más cercano a un showcase), saltaron al escenario miembros de Standstill, junto a Julián Saldarriaga de Love of Lesbian, que ya participaron en anteriores ediciones del festival, uniéndose así a Sidonie, tocando juntos para la ocasión algunas versiones de clásicos del rock alternativo.
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