Las lamentables cargas de las fuerzas de la autoridad marcaron la jornada matutina y con esas imágenes todavía en la retina, fuímos temprano al Fòrum, para poder ver el directo de Sufjan Stevens en el Auditorio Rockdelux.
Casi dos horas de espectáculo, porque no se le haría justicia decir que fue sólo un concierto. Visuales impactantes, soliloquio filosófico acerca del porqué de sus canciones, sus influencias y su evolución como artista, la coreografía de Sufjan y de las bailarinas, los atuendos, las alas, los disfraces, los globos gigantescos, el alma de Sufjan, el alma del primer momentazo del viernes, grandilocuente.
El resto de la jornada se vivió a un ritmo diferente, por mucho que Belle & Sebastian lo intentasen, cuajaron un concierto descafeinado. Con una primera mitad donde destacó I’m a Cuckoo, sonsacando sonrisillas entre los presentes, pero sin continuidad y con un volumen muy justo para las dimensiones del escenario San Miguel. A medida que se acercaba el final sonaron algo mejor, con algun chispazo pop, Legal Man o Le Pastie de de la Bourgeoisie . Personalmente los últimos discos de los escoceses no me convencen tanto como los eps del 2000 o el magnígico The Life Pursuit y eso jugó mucho en mi contra.
Garotas Suecas
Poco público para los brasileños, que iniciaban en el Primavera una minigira por la península. Desenfadados y con actitud, canciones como Codinome Dinamite, son una buena carta de presentación para los ritmos indie tropicales de su primer disco, toda una revelación en su país.
Fred i Son
Nada más salir del auditorio Rodcdelux y entrar en el recinto, topamos con los catalanes en el escenario Myspace Smint, donde desgranaron su disco Diu que no sap què vol, con Gaia Bihr (Aias) que antes habían abierto la jornada en el escenario Pitchfork, entre un público reducido.
M.Ward
El americano es una de las revelaciones de la temporada. Rock and roll, el de antes, el original. Quizá el público no se implicó lo suficiente con la propuesta del artista, para los que sí lo hicimos, disfrutamos y bailamos con temas tan grandes como Never had nobody like you.
Tennis
Magníficos, pop brillante, de enamorados, como lo son Patrick Rilei y Alaina Moore, que aprovecharon un viaje en barco por el Atlántico de 8 meses, para componer su album debut Cape Dory. Sonidos lo-fi y canciones altamene adictivas que hicieron mover a muchos cuerpos indies, que contemplaban al ritmo de Long Boat Pass, Cape Dory o Marathon un atardecer nublado en el Fòrum.
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