El último EP de Sierra
Nevada tiene la esencia del mejor punk del norte. Sonido Cantabria por los
cuatro costados, mezcla de rock, punk e incluso metal austero. Letras atormentadas,
sociales y comprometidas. Suenan a Juventud Juché, a veces a Nueva Vulcano y también a La Fuga, sobretodo si hablamos de
sus anteriores trabajos. Aunque ellos juegan en otras ligas, lo suyo son
centros sociales, salas reducidas y plazas estrechas. Cerveza, sudor y
activismo.
Una traca de cerillas en
la portada no puede ilustrar mejor el sentimiento de Sierra Nevada. Cuatro
chispazos que arden sin mecha. Se editan ellos mismos sin mas ánimo que tocar
allí donde les quieran y vender sus discos a precios justos.
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