En Flores de Europa hay muchas tonalidades distintas de colores que sientan bien y favorecen. Colores que brillan en 13 historias de corta duración, las que nos cuentan unos inspiradísimos Lagos de Hinault. Historias donde aparece el costumbrismo, lo cotidiano y también la frustración. Historias de mil colores que se afrontan con buen humor, gracias a la aportación de un discurso sencillo y lúcido. Un disco que funcionará -en mi caso- como banda sonora para sobrevivir al verano, y también para afrontar otras estaciones en las que de repente toca hacer transbordo. Editado de nuevo por Fikasound, Flores de Europa está a la altura del magnífico Vidas ejemplares, LP de debut de los madrileños, completando así un díptico que se me antoja insuperable y difícil de ver por estos lares.
El disco abre con ‘San Juan de Luz’, saboreando las mieles –no siempre dulces– de un verano contemplativo con olor a sal marina, y sigue con ‘(María del) Mar Rojo’, un sueño incómodo y con final anticipado. 'Futuras licenciadas’ es la vuelta a un clásico del repertorio hinaultiano, una historia que sucede en una biblioteca, Quiero morir condenado por el derecho romano y por las chicas que estudian jugando con sus zapatos”. Si tuviera que elegir una canción del disco como carta de presentación esa sería ‘Polígono industrial’, por su inmediatez y por los coros de Matilde C. en conjunción excelente con la voz grabe de Carlos Ynduráin, porque no puede haber un pop tan sencillo y tan bien contado. “Viajar no lleva a ningún sitio es mi aforismo favorito, lo digo en reuniones sociales y parece que sé lo que digo”, persigue el estribillo perfecto con letras de gesto fuerte. ‘Panero y Yo’ vuelve a retratar al universitario de clase media, de la misma manera que en ‘Zumba’ se ejercita cuerpo y mente, “Y te supera la frustración porque no sabes no ser muy tú y eso en el fondo es una virtud aunque la gente crea que no”.
‘De los faros en el mar’ quiere volver al principio de todo, pero el paso del tiempo ejerce de barrera invisible. ‘En un hotel' y’ ‘Quemasangre’ retratan la imagen de individuos anónimos peculiares, tan fácil como identificarse con alguno de ellos.‘Metáforas que hacéis’ me la llevaría a un respiro espiritual. ‘Simpático y vago’ una de las más rápidas y optimistas, tanto en duración como en pulsaciones, y pone fin ‘A una ventana triste’, donde conjugar en pluscuamperfecto tristeza y esperanza,“A veces líneas aéreas; solo pensaba en viajar. A veces Ya es primavera: ¿qué me va usted a contar?”.
Los Lagos de Hinault presentarán el disco en un otoño recién llegado, será el último fin de semana de Septiembre, en Madrid y Barcelona. Porque el verano no nos quiere ya.
graVe
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